Río Perdido
Benjamín Ide dió el nombre de Río Perdido a aquella solitaria corriente, porque parecíase un poco a su propia vida.
Pertenecía Benjamín a una buena familia y había estado en el colegio superior hasta la edad de dieciséis años, mas, desde la época en que dió rienda suelta a su pasión por los grandes espacios abiertos y por la raza de caballos salvajes, su porvenir parecía tan inseguro y problemático con el curso del Río Perdido. Éste tenía sus fuentes en el lago Claro, una gran superficie de agua en medio de las montañas Sage, el noroeste de California. Empezaba el río muy bien en sus fuentes al pie de las maravillosas montañas de cimas redondas, y fluía mansamente durante algunas millas; mas de pronto se convertía en el río loco, como lo llamaban los indios.
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