miércoles, 8 de julio de 2020

Marcial Lafuente Estefanía

Pista perdida

-¡Silencio! Cuando estoy hablando de la historia de este país en el que vivimos, no quiero que os distraigáis. Es cierto, como decía ayer en su pregunta Betty, que nosotros no poseemos tanta historia como Inglaterra o Francia, y menos aún podemos compararnos con Virginia, pero por ser un país muy joven nos corresponde a nosotros recoger el legado de nuestros padres, para ir haciendo la historia que algún día otros niños como vosotros escuchen con entusiasmo y envidia. Es preciso que vosotros, que muy pronto empezaréis a ser hombres, demostréis al Este y al mundo la falsedad de lo que de aquí se dice. Yo he venido de Cincinnati y allí se habla de los hombres del Oeste como gente ruda, pendenciera e inculta. Se dice que el revólver es el único lenguaje que se hace comprender aquí. Confío en que muy pronto no lleve nadie en Trinidad ni en los pueblos inmediatos esos odiosos instrumentos del crimen colgados al cinturón. Los hombres no deben hacerse temer, deben establecer unas relaciones de comprensión y de amor que no haga precisa...

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