Marcados por cobardes
La melena muy negra, alborotada por el viento en el galopar de uno de los caballos más veloces de California, y acariciada por el sol intenso, parecía de plata a distancia.
El jinete desmontó ante la mole gigantesca de una casona de estilo colonial español, con gran habilidad.
La muchacha estaba encendida de pasión. Sus ojos brillaban intensamente.
Era alta, esbelta y ya hemos dicho que era morena.
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