jueves, 9 de julio de 2020

Fred Dennis

Kansas, ciudad de viudas

Eran doce hombres y ya llevaban seis horas acosando al bandido acorralado sin éxito, y lo que es peor: sin probabilidades de éxito. A los pies de los perseguidores se había formado una alfombra con los cartuchos gastados. La atmósfera olía a pólvora, la niebla, la humedad, la pésima condición climatológica, todo, contribuía a enrarecer aquel rincón con ruido, olores y humos.
El "sheriff" se desesperaba. Arrojó el sombrero al suelo en un arrebato de cólera y gritó:
-Vamos, Queen, no seas idiota y sal de ahí. Te tenemos acorralado.


No hay comentarios:

Publicar un comentario