Crímenes vengados
-Tienes que escucharme, papá.
-Lo que tienes que hacer es guardar silencio mientras comemos.
-No puedes ser tan injusto como otras personas, de las que me has hablado muchas veces. Tú sabes que ese muchacho es inocente.
-Lo único que sé es que todo le condena.
-Circunstancias... ¡Circunstancias! Esto es lo que te he oído decir otras veces. Y ahora no admites lo mismo que has sostenido tanto tiempo.
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