martes, 17 de mayo de 2011

La voz de la cañada

La voz de la cañada

¿Qué sutil y extraño mensaje llegó hasta ella desde el Oeste? Carley Burch dejó la carta sobre su regazo y ella miró soñadoramente a través de la ventana.
Era un día típico de principios de abril en Nueva York, frío, gris y de acerado sol. Flotaba en el aire algo primaveral y, sin embargo, las mujeres que pasaban por la calle número 57, llevaban pieles y abrigos. Oyó el lejano ruido un tren, y a continuación el zumbido de un automóvil. En los intervalos silenciosos se percibía de vez en cuando el sonido de una gaita.

No hay comentarios:

Publicar un comentario